Hiedra inglesa (invasora)

Crédito: Tualatin Soil and Water Conservation District

La hiedra inglesa es originaria de Europa occidental, Asia occidental y el norte de África. Se importó a Norteamérica en el siglo XVIII como planta ornamental y desde entonces se ha extendido ampliamente. Se identifica por sus hojas alternas, cerosas y de color verde oscuro, que crecen en una enredadera leñosa tanto en el suelo como trepando. La hiedra inglesa crece y se extiende rápidamente, lo que la convierte en una de las plantas invasoras más impactantes y difíciles de controlar. Rápidamente supera a las plantas autóctonas, creando "desiertos de hiedra", y daña las copas de los árboles maduros, haciéndolos más propensos a morir o caer.